Sistemas de riego por goteo, control biológico de pestes, protección de cosechas, hasta semillas más resistentes, estas son algunas alternativas tecnológicas que se podrían implementar en Colombia >>país que cuenta con 40 millones de hectáreas (ha) cultivables, de las cuales 6 millones se encuentran en uso<< para acompañar y fortalecer el sector agrícola, cuyo aporte al Producto Interno Bruto (PIB) creció 6.8% en el primer semestre de 2020.

De acuerdo con Semana Rural, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) tiene dos herramientas potentes para el agro: el Sistema de Evaluación de Daños y Pérdidas para el sector de la agricultura, que utiliza tecnología de drones con los que se inspecciona el estado de cultivos, y el AgroKit para la gestión del riesgo agroclimático.

El primer piloto del Sistema de Evaluación de Daños y Pérdidas se realizó en el municipio de El Dorado (Meta). Los drones brindaron información para que las comunidades y la institucionalidad puedan enfrentar y gestionar mejor las emergencias. El uso de drones también facilitó las actividades de verificación y monitoreo de regiones y puntos geográficos estratégicos.

Otra de las soluciones que se han desarrollado para el agro son semillas mejoradas. En el país, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) trabaja en el desarrollo de nuevas semillas que se adapten a las necesidades del campo colombiano. Recientemente la organización anunció el desarrollo de un frijol resistente al calor, enfocado en la región Caribe, para atacar la inseguridad alimentaria en esa zona del país.

Las universidades también buscarán sumarse a los esfuerzos de modernizar el agro. La Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), con su semillero Agriot, ha adelantado una iniciativa enfocada en el desarrollo de tecnologías para los campesinos en el oriente colombiano.  El objetivo de Agriot es contribuir a la integración de experiencias de referencia, actores nacionales y potencialidades tecnológicas, para la construcción de las capacidades nacionales de innovación.

Fuente: © Redagrícola Colombia