Al día de hoy, Colombia produce la variedad de piña Oro Miel, cuyo nombre técnico es MD2, cual es el material genético desarrollado para exportación. Las otras variedades nativas o criollas no tienen el mismo desempeño en la exportación, porque no gozan de la misma duración de postcosecha, ni de los mismos grados Brix.

Las tierras del Valle del Cauca presentan muy buenas condiciones para la producción de piña, lo que hace que la fruta sea de muy buena calidad, según los expertos costarricenses que acompañaron la primera etapa de asesoramiento técnico en Colombia, siendo reconocida como una piña con una de las mejores condiciones organolépticas del mundo.

Respecto del calibre de la fruta, mercados como el de Estados Unidos prefieren una fruta más grande (calibre entre 5 y 6), en Chile son más flexibles (calibre entre 5 y 8), mientras que los países europeos se mueven en un rango que oscila entre 5 y 10. Contar con mercados para todos los calibres es lo que permite garantizar la sostenibilidad del negocio, porque el campo no produce un solo calibre de fruta, lo que facilita la generación de programas comercialmente sostenibles en el tiempo.

En términos de calidad específica de la fruta, la piña colombiana tiene una excelente relación Brix-acidez. Dependiendo del mercado, la fruta sale por un puerto marítimo muy verde, pero al llegar al consumidor final la piña tiene grados Brix superiores a 13, lo que hace que sea una fruta muy buena para exportar.

Los niveles de acidez deseados dependerán de los gustos de cada mercado. Por ejemplo, a los europeos les apetece la fruta más ácida, y eso se logra con mayor duración en el tránsito marítimo. La coloración es otro aspecto que influye al momento de exportar piña, ya que hay destinos que la prefieren amarilla y otros verdes, lo que hace que las empresas exportadoras se mueven en rangos que van de 0 a 4 grados de coloración, así mismo dependiendo el cliente.

En lo que respecta a límites máximos de residuos de plaguicidas, es importante mencionar que existen exigencias internacionales según cada país de destino y las aplicaciones deben ser realizadas racionalmente y respetando los registros vigentes en Colombia para el cultivo, ya que se debe cumplir con certificaciones como Global GAP. La compañía colombiana Bengala Agrícola cuenta con las BPA, Buenas Prácticas Agrícolas del ICA, así como los certificados de sus fincas con registro exportador y la certificación de comercio seguro, lo que les da un plus para salir a los mercados de exportación.

VENTAJAS Y DESAFÍOS EN EL CULTIVO DE LA PIÑA

Para esta compañía colombiana una de las principales ventajas en la producción de piña es que cuenta con tierras propias, las cuales han sido históricamente del grupo empresarial, lo que se añade a posibilidad de producir fruta durante todo el año. Adicionalmente, tiene el packing a 170 kilómetros del puerto de Buenaventura, uno de los más importantes centros de logística marítima en Colombia.

Dentro de los desafíos están las elevadas exigencias fitosanitarias de algunos mercados, por ejemplo Estados Unidos, país norteamericano que aplica controles muy fuertes respecto de los fungicidas que se aplican en postcosecha. Hoy en día en Colombia no están registradas muchas de las moléculas que son permitidas en otros países, lo que los hace menos competitivos a nivel de exportaciones.

“Ese es un trabajo que hemos tratado de desarrollar desde Bengala Agrícola a través de entidades gubernamentales como el Ministerio de Agricultura, Agrosavia, ICA y Asohofrucol; sin embargo, falta implementar los estudios y registros por parte de las químicas y casas comerciales para así contar con más herramientas y llegar a más mercados de destinos. Afirma Miller Vélez, gerente general de Bengala Agrícola.

MERCADOS INTERNACIONALES Y COMERCIALIZACIÓN

Los países productores más grandes de piña en el mundo son Costa Rica, Filipinas, Tailandia y China. Colombia está ubicada entre el noveno y el onceavo lugar del ranking mundial, con una producción anual que oscila entre un millón y un millón doscientas mil toneladas al año. Dentro de ello, Bengala Agrícola hace una importante participación en el desarrollo del mercado de la piña, no solo a nivel internacional sino también en Colombia.

Los principales destinos de la piña colombiana son Europa (España, Portugal e Italia) con un tránsito marítimo que oscila entre 9 y 15 días, Sudamérica (Chile y Argentina) y Estados Unidos.

En 2018 Colombia exportó alrededor de 15 mil toneladas de piña, lo que equivale a más de 10 millones de dólares FOB, principalmente a destinos de Europa ibérica y mediterránea, así como también a Estados Unidos y Chile.  En el 2019 las cifras en toneladas disminuyeron a más de 8 mil toneladas; sin embargo, se lograron mejores precios, que se ven reflejados en ingresos de más de 14 millones de dólares FOB (Fuente Dian – Dane).

PLAGAS Y ENFERMEDADES QUE AFECTAN LAS EXPORTACIONES

En general, la piña tiene varios enemigos en términos de plagas y enfermedades, aquí mencionamos las que más impactan en Colombia.

Entre las enfermedades, Phytophthora cinnamomi es un hongo que genera una afectación muy fuerte en el cultivo, produce despoblación y pérdida de productividad importante, hasta de un 30% de pérdida, si no se trata bien.

Según el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, el hongo Phytophthora cinnamomi pertenece a la clase Oomycetos, caracterizada por producir esporangios y esporas flageladas o móviles que reciben el nombre de zoosporas, las cuales se reproducen en forma asexual. La agresividad de este hongo está asociada con condiciones de altas temperaturas, con abundancia de agua y mal drenaje, las cuales facilitan su reproducción y diseminación.

Por otro lado, los sinfílidos son una de las plagas de importancia económica en esta región, ya que afectan la productividad de los huertos. Pertenecen al orden de los artrópodos, son pequeños, blancos y tienen largas antenas. Los adultos miden entre 2 y 10 milímetros, presentan 6 pares de patas cuando eclosionan y 12 cuando están completamente desarrollados.

Según Asohofrucol, esta plaga se alimenta de los sistemas radicales, causando daño en los meristemos apicales de la raíz y produciendo el síntoma denominado “escoba de bruja”. Pueden vivir mucho tiempo sin alimentarse y se desarrollan más en suelos con alto contenido de materia orgánica. Los sinfílidos se desarrollan en todo el ciclo del cultivo, pero su mayor afectación se da en los primeros meses.

Para su control, experto de Asohofrucol recomiendan manejar adecuadamente la humedad del suelo, disponer adecuadamente los rastrojos y residuos de plantación, hacer un monitoreo constante de los cultivos, eliminar plantas y, finalmente, aplicar insecticidas.

Fuente: © Redagrícola Colombia